Presentado en el colectivo Arteenred para una exposición que se ha celebrado en el mes de octubre de 2012 en la sala de exposiciones del Diario Levante de Valencia a partir de las noticias publicadas el día 1 de marzo de 2012 en dicho periódico.
EL PARAÍSO
¿Existe el Paraíso? y si existe ¿dónde está?
Un sicólogo te dirá: dentro de ti. Búscalo, encuéntralo y disfrútalo.
Un banquero te dirá: en Suiza, y lo puedes disfrutar mientras vivas.
Un religioso te dirá: en el más allá. Te has de morir para disfrutarlo.
Un amante te dirá: estando conmigo lo vas a encontrar.
El diario LEVANTE del 1 de marzo de 2012 te dice que está a 20 minutos de Valencia, ¡qué maravilla¡,
sólo a 20 minutos, o sea, aquí mismo, como en casa. Pero no es cierto y se comprueba al pasar
más hojas del diario y leer más noticias, algunas no tan espectaculares ni de tamaño, ni de color,
pero estar, están y no son precisamente muy felices. Y hace que nos preguntemos en este año 12,
tan nefasto para tantos españolitos de a pié, qué, dónde se puede encontrar “de verdad” hoy
el paraíso y cómo poder disfrutarlo. Resulta difícil no estar afectados por la dichosa economía
y por la fastidiosa prima que nos ha salido y de la que no sabíamos nada, ni que existía semejante
pariente.
sólo a 20 minutos, o sea, aquí mismo, como en casa. Pero no es cierto y se comprueba al pasar
más hojas del diario y leer más noticias, algunas no tan espectaculares ni de tamaño, ni de color,
pero estar, están y no son precisamente muy felices. Y hace que nos preguntemos en este año 12,
tan nefasto para tantos españolitos de a pié, qué, dónde se puede encontrar “de verdad” hoy
el paraíso y cómo poder disfrutarlo. Resulta difícil no estar afectados por la dichosa economía
y por la fastidiosa prima que nos ha salido y de la que no sabíamos nada, ni que existía semejante
pariente.
Se recortan presupuestos, sobre todo de cultura, enseñanza y sanidad, esto hace que nos preguntemos
si aquella teoría que interiorizamos muy convencidos en nuestra época de estudiantes, realmente
un poco lejana ya, de la necesidad del arte y la cultura para que el ser humano pueda realizarse
plenamente y ser feliz….¿donde queda? Hemos de renunciar al paraíso en el siglo XXI, nos preguntamos,
cuando parecía que el mundo avanzaba en adelantos que significaban una sociedad más justa y mejor
calidad de vida para hombres y mujeres, nazcan donde nazcan y resulta que ni tan siquiera lo que
se consideraba primer mundo o mundo civilizado, puede garantizar un mínimo de bienestar.
si aquella teoría que interiorizamos muy convencidos en nuestra época de estudiantes, realmente
un poco lejana ya, de la necesidad del arte y la cultura para que el ser humano pueda realizarse
plenamente y ser feliz….¿donde queda? Hemos de renunciar al paraíso en el siglo XXI, nos preguntamos,
cuando parecía que el mundo avanzaba en adelantos que significaban una sociedad más justa y mejor
calidad de vida para hombres y mujeres, nazcan donde nazcan y resulta que ni tan siquiera lo que
se consideraba primer mundo o mundo civilizado, puede garantizar un mínimo de bienestar.
Las desigualdades con otras zonas del universo, no demasiado alejadas de la vieja Europa,
han sido enormes y lo siguen siendo. La hambruna, las necesidades más elementales, el agua,
la salud, la no formación en ningún campo, siguen estando enraizadas en ellas. No conocen los “lujos”
de los que hemos gozado en general los llamados occidentales y pensamos si en algún estadio de
sus vidas han disfrutado de algún tipo de paraíso, de algún momento de felicidad. La naturaleza
les acompaña con no demasiada fortuna en algunas ocasiones y sus costumbres o su cultura
ancestral nos hablan de un primitivismo que aquí tenemos olvidado ya desde hace mucho.
Nosotros estamos civilizados.
han sido enormes y lo siguen siendo. La hambruna, las necesidades más elementales, el agua,
la salud, la no formación en ningún campo, siguen estando enraizadas en ellas. No conocen los “lujos”
de los que hemos gozado en general los llamados occidentales y pensamos si en algún estadio de
sus vidas han disfrutado de algún tipo de paraíso, de algún momento de felicidad. La naturaleza
les acompaña con no demasiada fortuna en algunas ocasiones y sus costumbres o su cultura
ancestral nos hablan de un primitivismo que aquí tenemos olvidado ya desde hace mucho.
Nosotros estamos civilizados.
Desequilibrios por todas partes. Búsqueda de paraísos. Caminos equivocados seguramente,
pues resulta difícil encontrarlos, muy difícil. ¿Hemos de retroceder hacia las cavernas y empezar
de nuevo? ¿Por dónde empezamos? El arte hoy nos ayuda en el recorrido o es una pura quimera
de unos cuantos locos que se sienten felices creando….¿para quién? Seguramente para nosotros
mismos, pero seguimos en nuestro empeño de buscar ese paraíso, esa felicidad que no
es material, ni seguramente divertida, pero sí, estamos seguros que és auténtica.
pues resulta difícil encontrarlos, muy difícil. ¿Hemos de retroceder hacia las cavernas y empezar
de nuevo? ¿Por dónde empezamos? El arte hoy nos ayuda en el recorrido o es una pura quimera
de unos cuantos locos que se sienten felices creando….¿para quién? Seguramente para nosotros
mismos, pero seguimos en nuestro empeño de buscar ese paraíso, esa felicidad que no
es material, ni seguramente divertida, pero sí, estamos seguros que és auténtica.
Mª Luisa Pérez Rodríguez
Valencia, septiembre 2012
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